sábado, 17 de noviembre de 2007

The Fly that Ruled the World.


Domingo en la mañana desperté y el mundo seguía girando. Me levante y como de costumbre el agua seguía bailando esperando ser usada para mi aseo cotidiano. Las ventanas de mi departamento empezaban solo a despertar, pero era domingo, así que decidí no apresurarlas en abrir los ojos. Mientras prendí los focos. Después de haber desayunado copiosamente y mientras esperaba el despertar de mis grandes ventanas, decidí tirarme en un poof a no hacer nada. Mientras no hacía nada (y cabe mencionar que aquello lo hago muy bien) sonó mi teléfono. Era mi amigo Paul, un poco molesto me comento que si habíamos cambiado de horario. Pensé que era una estupida pregunta, pero el humor suave en el que me encontraba provoco un acto compasivo de mi parte, y me involucre en su duda. Me acerque a mis ventanas y con toda la pena del mundo forcé los colgajos de mi ventana, y a mi gran sorpresa ya estaban abiertos pero el cielo seguía oscuro. Me sentí mal de haber juzgado mis ventanas de perezosas. Le conteste preocupada a mi amigo que efectivamente algo andaba raro. El cambio de horario podría ser una razón que explicaría que a avanzadas horas de la mañana siguiéramos teniendo un cielo de noche. Aunque se me ocurrieron otras cuantas como : habernos quedado ambos dormidos un día entero después de la fiesta de ayer, y nuestro cuerpo necesitando reposo se tomo todo el domingo, y 24h después despertó a la hora a la cual nos acostamos un día antes, o bien alguien nos hizo una muy mala broma y adelanto nuestros relojes queriendo confundirnos, o ninguno de los dos había despertado y seguíamos soñando que era de noche. después de platicar un poco de aquellas teorías, y mientras escuchaba la radio esperando que pasaran la hora nacional. El programa había sido interrumpido, comentando un fenómeno meteorológico inexplicable : "El cielo había dejado de girar y la tierra se quedo atorada de noche". Por lo menos ya sabíamos que es lo que había pasado, aunque no supiéramos el porque. Las horas del día empezaron a pasar, y con ellas el mundo empezó a agitarse. Nadie encontraba solución a este problema, los políticos empezaron a crear mentiras para guardar el orden publico, los científicos empezaron a buscar soluciones sin cesar, los artistas empezaron a premonicionar harta cantidad de hipótesis. Mientras tanto algunos amigos y yo nos juntamos intentando descifrar el misterio de la noche permanente. después de poca charla, decidí que lo mas fácil era ir a ver directamente allá arriba que es lo que pasaba. Así que rápidamente hicimos unas cuantas llamadas y citamos a varios conocidos para que nos acompañaran en nuestra expedición al cielo. Varias horas después en un campo cercano a la cuidad habíamos juntado una avioneta, un piloto, algunos curiosos, un six de chelas, varias cobijas y lo suficiente para calentar y alimentar los que nos esperarían mientras vamos a checar "allá arriba". Nadie se atrevía a aventurarse al gran misterio, así que acabamos yendo mi amigo Paul, el piloto y yo. El despegue fue suave. Mientras subíamos al cielo llegamos al tope. Vaya que nos dimos un susto al pegarnos con el techo del mundo, Paul casi se cae, un ala de la avioneta casi se parte. Lo mas lento posible empezamos a observar el curioso hecho. El cielo estaba intacto, no tenia ni grietas, ni fiebre, ni ningún tipo de alteración rugosa. Pero decidida a ir al fondo del asunto seguimos recorriendo millas el cielo, tocando cada superficie con extremo cuidado en busca de alguna anomalía. Nada. Paul empezaba a morir de frió, el piloto se impacientaba, yo observaba y observaba, sentía los revoltijos de las personas allá abajo, sentía como las flores se marchitaban, como los animales empezaban a invernar eternamente. Pronto la avioneta iba a quedarse sin gas, así que después de haber recorrido un área considerable de millas cuadradas marque con un gran cruz roja en el cielo el lugar en el que nos habíamos quedado. Volvimos a bajar a la tierra sin buenas noticias para nuestros amigos. Preguntamos si en estas cuantas horas que estuvimos volando alguien en la tierra había encontrado alguna solución. Nada. Sin bajar los brazos volvimos a subir después de abrigarnos mas y de comer un poco. Empezamos a rondar, y no encontraba la marca roja, el cielo no se había movido ya que seguía de noche, no era posible que nos hayamos perdido. Que perdida de tiempo volver a parcourir zonas que a lo mejor ya checamos. Una gran impotencia me invadió, en ese momento Paul me pregunto que tan segura estaba que la respuesta estuviera aquí arriba. A lo mejor el mal venia de otro lado. No podía negar esa posibilidad. Pero entonces serian tantas las cosas que podrían provocar aquel desastre que no sabría ni por donde empezar y acabaría paniqueado seguramente como lo esta la mitad de la población. Mientras Paul y yo empezamos a discutir sobre que seria lo mas sabio que hacer el piloto seguía manejando casi tan pegado al papel tapiz del cielo que nos dábamos de topes en ese techo casi manchando el pobre cielo. De repente en la orilla de mi ojo algo brilloso me llamo la atención. Grite y pedí que nos diéramos media vuelta, y nos dirigiéramos hacia aquella estrella. El piloto accedió comentando que era probablemente una gran estrella pintada en este papel tapiz, y como en esta cuidad generalmente son raras seguro es de las pocas que hay y eso me llamo la atención. Pero mientras nos acercábamos empezamos a notar que la "cosa" tenia un cierto volumen. ¿Que será? preguntamos casi al unísono. Cuando estábamos a casi unos metros empecé a distinguir la forma de una mosca, una de aproximadamente el tamaño de un niño de 5 años. Un mosca dorada/bronce, color azul claro, lisa (hermosa en su genero). La mosca en cuestión estaba pegada al papel tapiz del cielo, y dormida. No se movió ni un poquito mientras nos acercábamos a ella. La rebasamos con gran lentitud y aun así ningún movimiento. No puede estar muerta dijo Paul, el piloto contesto que evidentemente no ya que seguía pegada al techo del mundo. Pero que hacía ahí un mosca?! Y de ese tamaño? Eso si era un hallazgo. Entre la intriga de haber encontrado algo tan irreal y de haber descubierto un fenómeno paranormal o tal vez un gran secreto del universo, entre los tres decidimos no contarle a nadie de nuestro hallazgo. Simplemente anotamos las coordenadas, tomamos referencias terrenales y con la mayor precisión posible nos acordamos del lugar donde se encontraba la mosca. Aterrizamos y ya era tarde, la hora en que supuestamente la noche ya es avanzada y hay que pasar a retirarse a dormir. Infortunados regresamos a nuestros respectivos hogares. En las noticias seguían mintiéndonos y pidiendo que no surja el pánico que los científicos al rededor del mundo están trabajando arduamente en una pompa solución. Entre los 3 que volamos decidimos guardarnos el secreto de la mosca. Día tras día íbamos secretamente a observarla, apuntar algún cambio, o bien solo pasar horas rondando a su alrededor. Así pasaron unos 3 o 4 días. El mundo estaba al borde del caos, la gente se empezó a resignar y a crear nuevas soluciones para vivir en un mundo sin sol ni día. Las flores casi todas muertas no pudieron opinar mucho sobre esas nuevas técnicas de energía, de calentamiento ni bien de iluminación artificial. El piloto harto de nuestro secreto nos convoco y propuso hablar de aquella mosca a las fuerzas de nuestra nación. Aunque me entristezca aquella idea de compartir nuestra mascota mágica con el mundo tuve que admitir que podría ayudar a resolver nuestro futuro. Así que al día siguiente lleve mi cámara fotográfica con 4 flashes ultra potentes amarrados a la avioneta para iluminar lo suficiente aquel tan alejado rincón del cielo donde se encontraba la mosca y poder llevar una prueba de lo que íbamos a exponer más tarde. Esta iba a ser nuestra ultima expedición, a todos nos dio un poco de tristeza, pero era lo mas "políticamente correcto" ya que ni nuestros amigos (que estaban ya sucumbiendo en el pánico) nos entendían cuando todos los días regresábamos a volar. Nos acercamos lo mas lento que pudimos a la mosca, regule todos mis gadget para una exposición rápida pero lo mas nítido posible. Nos acercamos, acercamos, acercamos mas y mas y mas... Hasta que por fin la tenia a unos 2 o 3 metros de distancia encendí todo mi aparaterillo, y en una gran explosión de luces pude tomar la foto. Tal fue la luz provocada que la mosca despertó, rápidamente su tranquilo y tierno aire que tenia en estado dormido se transformo en un aire de molestia y enojo profundo. Temía lo peor así que en nuestra lanzada la cruzamos y por la poca velocidad en la que volábamos, la mosca empezó a desplegar sus alas sentí como empezaron a tronar sus patitas. Ya no tuve tiempo de ver mas que el piloto acelero mientras Paul empezó desenfrenadamente a fritar y mientras yo empezaba a cambiar de colores mas rápido que un camaleón. La mosca empezó a correr tras nosotros sobre el papel tapiz que era el cielo. Mientras yo estaba entrando en mi coloración morada nos fuimos en picada llegando al suelo lo mas rápidamente que pudiéramos. Cuando me di cuenta ya estaba tirada sobre el pasto del campo junto con mis dos compañeros respirando agitadamente. Y de repente el cielo empezó a cambiar de color, se aclaraba poco a poco, como si estuviera amaneciendo. Los tres en ese instante nos volteamos a ver, y nos botamos de risa. Los políticos inventaron mas mentiras para explicar la vuelta a la normalidad del mundo, y rápidamente la gente olvido esos días de oscuridad. La vida retomo su curso. Solo nosotros 3 volábamos de vez en cuando para asegurarnos que la mosca que se encarga de cambiar el papel tapiz de cielo no se vuelva a dormir. Para divertir a mis amigos a veces les cuento como el cielo es un enorme papel tapiz que nos rodea y que hay una mosca gigante bastante atlética que camina sobre el haciéndolo girar como si fuera una caminadora de cinta rotatoria. Y que así se cambian los días. Que dependemos de un gran mosca brillante bronce con luces azules. Supongo que nunca volara a la tierra, sus alas no aguantarían su gran cuerpo, o tal vez dios la castigo, o tal vez las fuerzas cósmicas del universo son mas fuertes que nuestra gravedad terrenal y por eso esta pegada al techo... Próximamente les pasare las coordenadas por si lo curiosos quieren ir a darse una vuelta y ver nuestra indispensable mascota. (Les aconsejo que guarden sus distancias : desde aquella vez que la despertamos su humor ha sido susceptible)

2 comentarios:

Nonorcita dijo...

Wow... soñé, soñé un buen rato.
Bonito trabajo linda.

Manga dijo...

perdón bebu, estúpidamente borré mi comment. Decía que me gustó muchísimo, que solo alguien tan especial como tú podría crear-encontrar una mascota tan singular. Keep up the good work. Escribe más más.