domingo, 10 de agosto de 2008

The Dark Consumer


The Dark Consumer.

Nunca tienes suficiente oscuridad. Una vez dentro el regocijo es extremo.

Alguna vez conocí una niña que se pintaba los ojos como mapache con un negro tan intenso que sus ojos casi desaparecían con tanto maquillaje. Claro he de reconocer que sus ojos tampoco eran muy grandes. Tenía un estilo peculiar, el cual ahora seria tal vez catalogado como “emo”.
En sus ojos se descifraba vivencia. Asumo el maquillaje era la voluntad de hacer notar eso. Su mirada era absorbente. Te le quedabas viendo mas tiempo de lo convencional, generalmente uno hacía eso porque la mirada se perdía en tanta oscuridad. Ese negro tan poderoso realmente te absorbía, de alguna manera extraña te llamaba la atención como si quisieras saber que se sentía estar en ellos, que se sentía ver con ese negro, que se sentía portarlo. Como si quisieras que te contaran todo lo que han visto. Era como un mundo en el que por más que no te identificaras quisieras entrar. Entrar pero entrar de manera cobarde. Uno quisiera entrar a esos mundos oscuros pero siempre manteniendo un pie a fuera por si queremos regresar saber donde es la salida. Sentirnos protegidos por no haber cruzado la raya totalmente. Nadie quiere perderse en esos mundos. Aunque su mundo era brillante por más que eso podría sonar paradójico.
Escuchaba a esta amiga hablar siempre de sus salidas al mundo underground, al mundo gótico. Escuchaba sus anécdotas de noches que se convertían en mortales días y como su mundo se extinguía con el sol.
Mucho tiempo escuche esas anécdotas mientras la llevaba a fiestas junto con otro amigo en común. Cada vez que salíamos pedía secretamente al dios de mis creencias que me remplazara mi permiso de salida por uno mas tardivo durante el sueño de mis papas. Cada ida de fiesta mientras yo sabía que tendría que regresar a las 2h, escuchaba las anécdotas de la noche anterior de fiesta y del alter, y del after del after y del alter del after del after.
Nunca me quedo el look darketo, emo, underground, pero yo los acompañaba a las fiestas y los toquines de grupos como “semen de perro” y “vagina húmeda”. Esta chava era muy amiga de todos los integrantes de aquellas bandas.
Todas las noches pensaba en las noches en las que los estimulantes, psicoanalépticos, alucinógenos y psicodislépticos tomaron posesión de las cabezas y cuerpos de mis amigos. Como la música se convertía en los cantos de un ritual moderno de acercamiento al cielo. Como el cuerpo debía volverse negro, negro como las profundidades enigmáticas de la vida. Negro como la noche que saca estos individuos mágicos a bailar. Negro como los ojos de mi amiga. Pareciera que la noche le ha pintado la cara, que ha llegado a ver la noche, llegado a conocer los enigmas de vida. Pareciera estar transportada en un mundo que no entendía.
Mis sospechas se hacían cada vez mas fuertes, me quitaban el sueño. Pensaba en la chica del maquillaje negro día y noche. Decidí empezar a imitarla tal vez así me metería al mundo que mis papas estrictamente me obstruyan paso. Estaba tan agradecida con ella y mi amigo por solo permitirme entrar a las noches mágicas. Querría tanto sentir mis ojos arder en contacto del sol, querría dormir de día, querría cotizarme con los populares grupos de punk/rock/electro.
Fui un domingo al mercado mas cercano a comprar el utensilio que sería el dador de un nuevo mundo. Me compre un delineador negro intenso. De regreso a mi casa no aguante las ganas de probar mi nueva mirada. En el primer semáforo rojo, agarre el delineador me delimite los ojos muy gruesamente. Vi de reojo mientras me pintaba como una señora empezó a gritar y varios señores se hicieron de lado. Me estaba convirtiendo en un ángel de la noche pensé.

La señora no grito por mi apariencia. Grito porque el coche que venia atrás de mi no alcanzo a frenar, el semáforo ya había pasado a verde y no vio el coche que yo estaba todavía inmóvil.
Con el choque me perfore el ojo. Por alguna razón medica y por culpa de algún nervio central perdí la vista en ambos ojos. El lápiz negro intenso recientemente tallado, atravesó mi glóbulo perforando mi esfera como un globo de agua. Siento todavía la textura liquida densa resbalar sobre mi cachete. Busque la oscuridad, busque entrar en ella, busque verla de manera clara. Ahora vivo en ella.