lunes, 25 de julio de 2011

Monólogos de un corazón


He pasado días internado.

He pasado meses esquivando replicas de un dolor premonitorio.

He pasado años escondiéndome, oculto y silenciado.

Que nadie me escuche latir.

Que nadie sepa que todavía palpito.

Que nadie me encuentre.

Que todos me olviden y que con su olvido el propósito de mi existencia deje de pulsar.

miércoles, 12 de enero de 2011

La espera



Así como la sopa que había puesto a calentar hace 98min , su alma se enfrío en la espera de su compañía. Se levanto, de la silla que había acomodo para su espera, levanto el plato en el que había comido y dejo el limpio todavía sin usar que cautelosamente y con delicadeza puso para él. La noche estaba cayendo, y sin ganas de aclarar su visión se desplazo con su traste sucio, en la oscuridad de la cocina hacía el fregadero. Lavo, depuro su único plato y sola cuchara con un vigor asombroso indigno de su espera y su ahora alma partida. Los enjuago como si el agua tuviera un poder sanador sobre el pasado, sobre su pasado. Agarro sus muletas, con difícil y lenta maniobra volvió a poner la silla en su lugar, salió de la cocina entablo la ardua subida a su cuarto con la endeble delicadeza que la caracterizaba. Llegando a su destino final cerro su puerta, sin expresión alguna en su rostro, los ojos desalmados y el pulso inerte. A los pocos minutos oyó la puerta de su cuarto abrirse, sus pasos bajando las escaleras y la puerta de la cocina cerrarse.
Las lagrimas que genero tal insulto se secaron por decisión propia apenas llegadas a los ojos. Mientras sucedía tal hazaña física ella pensó que ha dejado la escena pulcra, virgen, como si nunca hubiera estado ahí, como si nunca hubiesen convenido de verse ahí, como si nunca hubiese esperado 98min, como si nunca hubiese tenido su accidente, como si nunca se hubiera roto ahí hace unos minutos un corazón.

martes, 4 de enero de 2011

Historia de un corazón





Lo que creció en este corazón, fue un voto de confianza basado en nada.

Iluminado por una esperanza presente, así se comporta este corazón.

Hasta que un segundo latir encontró, el tuyo con el cual creció fuerte y sano.

No le importa lo que piensas aunque arriesga su anclaje y teme perder el rumbo si te deja ir.

Inspirado por la luna y amamantado por tu postura este corazón soltó las riendas.

Atrapado en un silencio sin recursos creció la división de la unidad.

Sin ti esta experiencia podría ser sobrevivida.

Rumbo a un mar sosegado por tu sola presencia omnipresente, el corazón tomo rumbo a la salvación de su causa.

Ningún rezo impidió que abandonaras su ritmo.

Así murió este corazón creyendo que sin ti podría encontrar un camino a casa.

En el mar se perdió, escuchando un solo latir, el suyo.

lunes, 3 de enero de 2011

Me pienso, Te recuerdo, Nos extraño


Pienso, Me pienso, Te pienso.

Nos extraño.


Cuando el fin se acerca y el recuerdo se ha vuelto auxiliar de la mano de obra del por qué. Hay recuerdos adyacentes que he olvidado pero que dentro de ti siguen latentes y al verte a los ojos – una técnica que al parecer no entiendes demasiado bien- los veo, los escucho. Escucho un yo pasado decirte que eres exactamente lo que buscaba, y pienso, me pienso y te pienso. Y recuerdo, recuerdo mis fantasías de adulto siendo pequeña, recuerdo ser adulta y recordar esas fantasías de pequeña, recuerdo el color de las sabanas cuando nos quedamos en el futon, recuerdo nuestro primer beso, recuerdo tu sonrisa cuando fui por ti al aeropuerto, recuerdo tus manos suaves agarradas con fuerza a las mías en el coche, recuerdo el miedo de perderte, recuerdo tus palabras que lastiman más que mil espinas, recuerdo tu perdón, recuerdo mi error, recuerdo tu dolor, recuerdo tus gritos, y tus gritos de amor, recuerdo el dolor, recuerdo el amor. Y te extraño, y tu te extrañas, perdida en tu presente sin darle la mano a ningún amor para caminar juntos por el eterno camino del hasta la muerte. Nos extraño. Cuando el fin se acerca y el recuerdo se ha vuelto el auxiliar de la mano de obra del por qué, entonces pienso, Me pienso, Te pienso, nos extraño y me duele.