miércoles, 12 de enero de 2011
La espera
martes, 4 de enero de 2011
Historia de un corazón
Lo que creció en este corazón, fue un voto de confianza basado en nada.
Iluminado por una esperanza presente, así se comporta este corazón.
Hasta que un segundo latir encontró, el tuyo con el cual creció fuerte y sano.
No le importa lo que piensas aunque arriesga su anclaje y teme perder el rumbo si te deja ir.
Inspirado por la luna y amamantado por tu postura este corazón soltó las riendas.
Atrapado en un silencio sin recursos creció la división de la unidad.
Sin ti esta experiencia podría ser sobrevivida.
Rumbo a un mar sosegado por tu sola presencia omnipresente, el corazón tomo rumbo a la salvación de su causa.
Ningún rezo impidió que abandonaras su ritmo.
Así murió este corazón creyendo que sin ti podría encontrar un camino a casa.
En el mar se perdió, escuchando un solo latir, el suyo.
lunes, 3 de enero de 2011
Me pienso, Te recuerdo, Nos extraño
Pienso, Me pienso, Te pienso.
Nos extraño.
Cuando el fin se acerca y el recuerdo se ha vuelto auxiliar de la mano de obra del por qué. Hay recuerdos adyacentes que he olvidado pero que dentro de ti siguen latentes y al verte a los ojos – una técnica que al parecer no entiendes demasiado bien- los veo, los escucho. Escucho un yo pasado decirte que eres exactamente lo que buscaba, y pienso, me pienso y te pienso. Y recuerdo, recuerdo mis fantasías de adulto siendo pequeña, recuerdo ser adulta y recordar esas fantasías de pequeña, recuerdo el color de las sabanas cuando nos quedamos en el futon, recuerdo nuestro primer beso, recuerdo tu sonrisa cuando fui por ti al aeropuerto, recuerdo tus manos suaves agarradas con fuerza a las mías en el coche, recuerdo el miedo de perderte, recuerdo tus palabras que lastiman más que mil espinas, recuerdo tu perdón, recuerdo mi error, recuerdo tu dolor, recuerdo tus gritos, y tus gritos de amor, recuerdo el dolor, recuerdo el amor. Y te extraño, y tu te extrañas, perdida en tu presente sin darle la mano a ningún amor para caminar juntos por el eterno camino del hasta la muerte. Nos extraño. Cuando el fin se acerca y el recuerdo se ha vuelto el auxiliar de la mano de obra del por qué, entonces pienso, Me pienso, Te pienso, nos extraño y me duele.