He pasado días internado.
He pasado meses esquivando replicas de un dolor premonitorio.
He pasado años escondiéndome, oculto y silenciado.
Que nadie me escuche latir.
Que nadie sepa que todavía palpito.
Que nadie me encuentre.
Que todos me olviden y que con su olvido el propósito de mi existencia deje de pulsar.